lunes, 6 de febrero de 2012

Ausencia


Solos. O juntos en soledad.

Dos se despiden en estación.
Dos derraman lágrimas.
Dos mueren en un adiós.
Algunos, no dos, resucitan.

Uno muere en un rincón.
Otro recuerda algún mimo.
Uno anhela regresar.
Otro sueña con lo mismo

Otro renace entre el montón.
Uno trata de ignorarlo.
Uno llora en el rincón.
Otro desea ayudarlo.

Uno quiere estar, no puede.
Otro aprovecha oportunidades.
Uno se deja ceder, no puede.
Otro quiere matar, o se quiere

Cuerpos en el tiempo,
Sin ganas, sin alma,
Con miedo, soledad.
Angustia, serenos,
Llenos de tristeza
y extrañar. 

Dos se quieren visitar.
Dos se reclaman ausencia.
Otro quiere reemplazar,
Lo que una lagrima completa.

Dos sueñan con regresar,
Uno ahogado en la miseria,
Otro en lágrimas queriendo nadar.
Dos sueñan con regresar.

Uno duerme en la estación,
Otro se desmaya en un asiento de viaje.
Será la ansiedad.
Será la sequedad en los labios. 

Culpa


Luego de estar lejos.
O luego de estar cerca.
¿Cerca de donde?
Cerca de una distancia,
Cerca de un suspiro
que respira,
Que respira y no me mima.

Luego de decir: Bueno basta,
Luego de dejar de dejar.
Luego de llorar, o de alucinar.
Luego de soñar, todo es lo mismo.

Luego del antes de darme cuenta,
De que podría morir lo que vivo.
De que podría soñar lo que anhelo.
De que podría extrañar una simple tira de corpiño.

Supe que no sabía un carajo,
Supe que leer era escuchar,
Supe que escribir era regresar,
Supe que vos me enseñaste a aprender.

Y hoy seguro que es tu culpa,
Que las espinas se claven bien adentro
Con ese sabor dulzón que vos le das.

Que las cosas se modelen con tu risa,
Que el mar solo me de tu brisa.
Que las letras solo puedan formar tu nombre.

Vale la pena decir, que
Arrastrándome hasta tu cama,
Levantándome cada día,
El soñar todas las noches,
Nunca fue tan perfecto.
Tuve la oportunidad de nacer de nuevo,
Imaginando lo perfecto que va a ser volver a estar juntos.
Nadando, caminando, soñando. Queriéndonos,
Amándonos, extrañándonos.

Seguro que es tu culpa.